Del griego Keramikós (“quemado al sol”), en referencia a los recipientes de arcilla “quemados” al sol, es de donde proviene esta tradicional palabra que nos ha acompañado desde el inicio de las primeras poblaciones que ocuparon nuestro planeta. Fue en el Neolítico, tras la aparición de la agricultura, cuando se cree que se comenzaron a elaborar los primeros y primitivos recipientes cerámicos, para ocuparse del excedente producido de la incipiente y novedosas primeras recolecciones. Pero según diferentes versiones no fue hasta el año 1.800 A.C. cuando se datan las primeras muestras de elaboraciones cerámicas en el mundo.

Desde esas antiguas elaboraciones hasta el más delicado azulejo porcelánico, duro y resistente, con diseños cada vez más elegantes y coloridos, la cerámica ha evolucionado con el paso del tiempo sin que ningún otro tipo de fabricación, artesanal o industrial haya conseguido desbancarla por completo.

La cerámica, a lo largo de los años se ha convertido también en deseados objetos de deseo para muchos coleccionistas, llegando a pagar un coleccionista, en una subasta de Sotheby´s Hong Kong algo más de 31 millones de euros, por una “Lavadora de “Pinceles” de Ru Guanyao estableciendo un nuevo récord mundial por una pieza de cerámica china.

En Mobuartex la cerámica es nuestra “masa madre” en la que se fundamentan todas las creaciones artesanales que ofrecemos con nuestro mobiliario urbano.  Nuestros maestros artesanos han dedicado toda una vida en “darle vida” a la arcilla con sus delicados y espectaculares diseños, que, junto a la última tecnología puesta al servicio de este arte, nos ha llevado a convertirnos en una de las empresas líderes del sector en Extremadura. Las creaciones de nuestros artistas, como son: bancos, papeleras, maceteros, farolas, fuentes, esculturas, etc… llevan la esencia de la cerámica que, unidas a la excelente combinación de colores, que solo unos maestros como los hermanos Amores saben darle a sus trabajos, hacen que cada vez sean más los pueblos y ciudades extremeñas que visten, en algunas de sus calles, plazas, parques o rotondas algunas de nuestras maravillosas obras de arte.

Larga vida a la cerámica.